En las Iglesias cristianas protestantes, el diezmo logró una aceptación importante. Doctrinalmente ciertas ramas como la respaldan al sugerir la existencia de mandamientos fuera de la ley mosaica que se consideran universales.
La rama pentecostal, y evangélica en general, no oculta el uso que hace de los diezmos a sus seguidores, esto es, tal como en el Antiguo Testamento en relación a la tribu de los levitas, mantener y suplir los costos materiales de sus líderes y gente que trabaja a tiempo completo en ellas. Esto basado en la ley del Antiguo Testamento, que se puede encontrar en Levítico 27:30, Números 18:26, Deuteronomio 14:23, 2 Crónicas 31:5; y a los consejos de Pablo en sus cartas a Corintios y Santiago, en el Nuevo Testamento, donde ya no se habla de un diezmo a modo de ley ni obligación, pero sí se insta a los cristianos a apartar una parte de sus ingresos para dar soporte a la iglesia (1° Corintios 16:1-2). Es decir, si bien para los miembros y seguidores el apoyar económicamente a sus iglesias es una responsabilidad ante Dios, no es desconocido que su uso sea para el mantenimiento material de la gente que trabaja en el evangelio, la misma Biblia así lo indica, por ejemplo en la famosa cita de Malaquías 3:10 donde se indica explícitamente para qué se usa el diezmo, pero aun así Dios promete una bendición especial para quien lo haga:
"Traigan íntegro el diezmo al alfolí, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde".
Cabe destacar que en muchos credos se ha abusado del tema monetario de la gente, y han surgido pseudo-líderes religiosos que hacen un uso poco honroso de las ofrendas que no tiene nada que ver con los diezmos, de sus seguidores, aprovechándose de su desconocimiento e ignorancia, para adueñarse de manera abusiva de sus recursos, trastocando Por lo que se refiere a España, la obligatoriedad del diezmo se introdujo a través de Aragón y Cataluña, regiones fronterizas con el Imperio carolingio. El pago del tributo se realizaba en especie y representaba un décimo de los frutos de la agricultura o ganadería obtenidos por el creyente. Existían dos categorías de diezmos: el mayor, que se aplicaba sobre los productos generales, como los cereales, vinos, aceites, vacas, ovejas, etc., y el menor, que comprendía los bienes más específicos: aves de corral, legumbres, hortalizas, miel, etc.
Los ingresos obtenidos eran recogidos por el “colector” y entregados a los párrocos, abades y obispos. Para facilitar este proceso los vecinos podían nombrar a un “dezmero”, que iba retirando los productos de las casas de los contribuyentes.
En ocasiones, la recaudación perdía su sentido originario al ser percibida por los señores feudales, como consecuencia de ser patronos de un monasterio o iglesia o de haber comprado los derechos recaudatorios a
En la Edad Media, los reyes consiguieron una participación en la recaudación de los diezmos de
Felipe II de España consiguió otra nueva concesión, el "excusado", que consistía en reservar al monarca los rendimientos del diezmo obtenido por el mayor “dezmero” de cada parroquia. En este caso, los motivos de la participación eran los costes que suponían para la corona las guerras contra los infieles y los herejes.
En 1837 se acordó la supresión de los diezmos en España, pero las necesidades de recursos para
A pesar de su abolición en el 1837, el diezmo sigue existiendo como bien se nos muestra en la noticia del periódico: EL PAÍS ; esta noticia es seguramente una muestra de de muchos de los casos de este tipo de injusticia que siguen existiendo todavía hoy en nuestros días ,en este siglo XXI en el que todo es tan moderno y todo tan perfecto, pero que en realidad sigue siendo lo mismo que fue siempre ,un mundo bueno para los ricos y un mundo malo para los pobres.
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